sábado, 23 de julio de 2016

RUGEN LAS FLORES

Lo sé, ya lo sé. Ya sé que en noviembre The New Raemon y Ricardo Lezón sacan disco juntos pero... yo sólo quería hablar de cómo rugen las flores...

Quería contarle a todo el mundo sobre sus ojos. Sobre el miedo que me daba mirarlos y ahogarme dentro.
Quería contar que si nos hubiésemos cruzado por la calle jamás me habría fijado en él. Eso es lo malo de ir con la ropa puesta, que los corazones enormes y las vibraciones que la música producen en la piel no se ven a través de ella.
Quería contar, que sin saberlo siquiera, cogió un pincel y dibujó una sonrisa perenne en mi cara con ojeras. Cada vez que recibía un mensaje o alguien me preguntaba por él se me iluminaba, como si además del pincel hubiese puesto en mi nuca un foco que se encendía, que me encendía, nada más aparecer.

Es difícil explicar lo bonito que fue hacerle fotografías a dos chocolatinas en un mantel de cuadros, y hablar de Quique González y de festivales, de ir a conciertos y tomar mostos juntos, y arreglar monederos, y comer pintxos y palomitas, y beber cócteles con soda y sabor a frutas...
Es difícil transmitir el olor de su perfume y el roce de su barba cada vez que me acercaba a decirle algo al oído mientras sonaba una guitarra y las ganas se me quedaban atascadas en la garganta...
Como las ansias, como la avalancha de escalofríos que sentía cada vez que recordaba su boca besando la mía. Acariciándola en ángulo perfecto. Siempre. Dejándome con ganas de más, creando trabalenguas imposibles...

Y de las canciones ¿qué? ¿Qué cuento sobre marcar el paso al son de sus canciones? ¿Cómo explico que un día decidió ponerle banda sonora a todo lo que estaba pasando? Sin más, por sorpresa. Porque quería dejar constancia de todos esos sonidos que habían traspasado provincias, fronteras incluso, y que habíamos escuchado con suma atención aún estando separados...

Me es imposible demostrar la felicidad con números porque fueron tan pocos los días y tantísimas las sensaciones que la Teoría parecería magia. Pero fui feliz. Fui feliz cada vez que sonreía o me miraba o su nombre aparecía en la pantalla... Fui feliz cada vez que escuchaba esa voz "rara", cada vez que compramos una entrada...



El día en que yo te encuentre
como una flor entre las calles
y sienta que tu sonrisa
me convierte en algo más grande
El día en que yo me acerque
y tu quieras acercarte...
El día en que nos toquemos
como toca el viento al sauce

El día en que escuchemos
por vez primera nuestras voces
se encenderan todas las luces,
sonarán todas las canciones

El día en que sepamos
que seremos inseparables,
tú lo adivinarás riendo,
yo lo sabré al instante

Y nos sumergiremos
los dos
sin coger aire,
haremos las corrientes,
haremos de la vida un baile
Seremos la cruz de Roma,
seremos la lluvia en Londres,
dibujaremos los mapas,
nos inventaremos los nombres

Y al despertar...
tal vez, la niebla
vuelva a dejar...
la puerta abierta

El día en que yo te encuentre
que se me borre la memoria
para dejar todo su espacio
que lo ocupe nuestra historia

El día en que nos posemos
como en las ramas los gorriones
El día en que por fin descansen...
nuestros corazones

No nos preguntaremos,
no habrá contestaciones,
callarán todos los miedos
al ver cómo rugen las flores
Caerá la nieve en Manhattan,
Lisboa por nuestras venas...
El día en que yo me acerque
y tu quieras estar cerca...

Y al despertar...
tal vez, la niebla
vuelva a encontrar...
la puerta abierta





McEnroe - Rugen las flores
Disco: Rugen las flores (2015)