domingo, 27 de diciembre de 2015

LOREAK

Loreak no va a los Oscar.

Es de esas películas que nadie ve, no porque no quieran consciente y deliberadamente, si no porque no saben ni que existe. Pero yo si lo sabía, lo supe desde aquel día que fui a los Renoir de Princesa y ví el cartel de cartón ahí, de pie, diciéndome que eran flores, mostrándome las flores.
¿Quién no quiere recibir flores? ¿a quién no le gusta recibir flores? ¿qué tienen de malo las flores para no querer ser recibidas? A mí me encantan las azucenas y nunca, nadie, en toda mi vida, me ha regalado azucenas. Y aquí por unos cuantos ramos se arma un cristo. ¡Si sólo son flores!
El problema es que no son sólo flores. Con el paso de los siglos hemos dotado a las flores de significados ajenos a ellas mismas. Las hemos humanizado, les hemos puesto nombres, enraizado en familias y compartido con todos aquellos a los que queremos de una manera u otra. Por eso recibir flores de alguien sin el que tener un vínculo afectuoso claro y directo es raro, nos parece mal, ofensivo incluso. Nos da miedo.

Tras el tercer ramo yo sólo podía pensar en Un ramito de violetas y en lo muchísimo que me ha gustado siempre esa canción, esa parte de la historia que te cuenta que cada primavera su marido le regalaba flores, que cada 9 de noviembre, como siempre sin tarjeta, le mandaba un ramito de violetas y ella no tenía ni idea…

Las flores, para bien o para mal, forman parte de mi vida, igual que de la vida de muchísimas otras personas. Por eso Loreak es importante, porque muestra lo que hay detrás de un gesto tan simple e inofensivo como un ramo de flores. Es como ese aleteo de mariposa en una parte del mundo que provoca, justo en la punta contraria, un tsunami. Es, como Cadena de favores, como esas 6 personas de distancia que nos separan a unos de otros y a sus historias de la nuestras y que, al final, irremediable e irrevocablemente están unidas y suponen causa y efecto sin que nosotros queramos darnos cuenta.

Loreak es el rasguño, el dolor, la herida abierta que dejamos los seres humanos en este mundo cuando nos marchamos sin haber dicho todas-esas-cosas-que-queríamos-decir, todas esas cosas a las que no dimos importancia y abandonamos, sin más, en el cajón de la mesilla de noche.
Y en las flores, las heridas abiertas sirven para sobrevivir, pero nuestra especie necesita cerrarlas para seguir adelante.

"
- Se están marchitando.
+¿Eh?
- Las flores, se están marchitando, tendrías que echarles una aspirina.
+¿Sí?
- Y si les podas este trozo, mejor
+¿Por qué?
- Es como hacerle una herida, y por ahí puede absorber el agua. Pero con el tiempo la
herida cicatriza y dejan de absorber agua.
¿Ves cómo esta parte está más oscura?
+Aha...
- Por aquí ya no puede absorber nada. Tendrás que podarla por aquí.
+Entonces, hay que mantener la herida abierta
- Si quieres que dure más, sí"



Era feliz en su matrimonio
aunque su marido era el mismo demonio
tenía el hombre un poco de mal genio
ella se quejaba de que nunca fue tierno
Desde hace ya... más de tres años
recibe cartas de un extraño
cartas llenas de poesía
que la han devuelto la alegría

¿Quién la escribía versos dime quién era?
¿Quién la mandaba flores por primavera?
¿Quién cada 9 de noviembre
como siempre sin tarjeta
la mandaba un ramito de violetas?

A veces sueña y se imagina
cómo será aquel que tanto la estima
¿sería mas bien hombre de pelo cano,
sonrisa abierta y ternura en sus manos?
No sabe quién... sufre en silencio
quién puede ser... su amor secreto
Y vive así de día en día
con la ilusión de ser querida

¿Quién la escribía versos dime quién era?
¿Quién la mandaba flores por primavera?
¿Quién cada 9 de noviembre
como siempre sin tarjetala mandaba un ramito de violetas?

Y cada tarde al volver su esposo
cansado del trabajo, la mira de reojo
No dice nada por que lo sabe todo,
sabe que es feliz así de cualquier modo...
Porque él es quien la escribe versos,
él su amante su amor secreto...
Y ella que, no sabe nada,
mira a su marido y luego se calla

¿Quién la escribía versos dime quién era?
¿Quién la mandaba flores por primavera?
¿Quién cada 9 de noviembre
como siempre sin tarjetala mandaba un ramito de violetas?




Cecilia - Un ramito de violetas
Disco: Amor de medianoche (1975)




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